27 enero 2021

VISITA A ESMIRNA


La ciudad de Esmirna o Izmir, con más de 4 millones de habitantes, es la tercera ciudad de Turquía y el segundo puerto del país, únicamente por detrás de Estambul.
 
Su historia se remonta al año 3000 a. C. y reclama la paternidad de Homero, autor de la Ilíada y la Odisea. Es junto a Kusadasi ciudad base para realizar la visita de Éfeso, aunque esta última está más próxima. Éfeso, como yacimiento arqueológico, es uno de los mayores reclamos turísticos del Mediterráneo Oriental.

El puerto de Esmirna está en la misma ciudad, aunque el gran tamaño de ésta no aconseja que los cruceristas realicen sus excursiones a pie.
 
Si a ello le sumamos que un gran porcentaje de los pasajeros de los distintos barcos prefieren visitar Éfeso en las escalas de sus cruceros, yacimiento arqueológico ubicado a 80 kilómetros, se hace obligatorio el uso de cualquier medio de transporte para realizar la escala de Esmirna.






  •  Museo Atatürk

  • Situada en la larga y concurrida calle Atatürk Caddesi, era la antigua casa que utilizó el fundador de la República de Turquía en sus visitas a Izmir. Este museo expone numerosas fotografías del líder turco, así como muchos de sus efectos personales y recuerdos. Abre todos los días menos el lunes.


    Es el pulmón verde más grande de la ciudad de Esmirna. En su interior hay un zoo, un parque de atracciones, restaurantes, amplios y frondosos jardines, etc.


El edificio original era una de las 7 iglesias del Apocalipsis. La construcción actual se remonta al año 1620, reconstruida entre el 1690 y el 1691 después de resultar dañada en un terremoto, aunque no por ello le resta belleza a este lugar.


Construida por Aydinoglu Yakup Bey a finales del siglo XVI fue restaurada en el siglo XIX. Se dice que es la más hermosa y la más grande de todas las mezquitas que pueblan la ciudad de Esmirna. Destaca su cúpula central levantada sobre ocho pilares.

    Calle de las Sinagogas (Havra Sokak)

Antiguo barrio judío de Esmirna. Aún conserva la misma distribución de antaño. Asimismo, aunque el número de sinagogas ha disminuido, aún se pueden visitar algunas de las que perviven.



Situado en uno de los más importantes barrios de la ciudad, Namazgah, este ágora fue construido en tiempos de Alejandro Magno, aunque los restos actuales pertenecen a tiempos de la dominación romana, durante el imperio de Marco Aurelio.


Construida por Raymond Charles Père el año 1901, arquitecto nacido en Esmirna de origen francés. Curiosamente la Iglesia de San Policarpo alberga un retrato de este personaje. Fue un regalo al sultán Abdülhamid y destaca por su profusa decoración.


Más pequeño que el Gran Bazar de Estambul, sin embargo se pueden encontrar la misma variedad de productos. Destinado a los amantes del bullicio y del regateo, no deja de ser una visita imprescindible para todos los viajeros que arriben a Esmirna.


En su interior se halla una de las más vastas colecciones de arte antiguo griego y romano. Destacan, sobre todo, dos estatuas excavadas en el Ágora, la de Deméter y la de Poseidón. Abre todos los días menos el lunes.

Instalado junto al Museo arqueológico comprende una considerable colección de artículos que ayudan a comprender la evolución de la ciudad y la zona, entre las que destaca una colección de alfombras de Bergama, antigua Pérgamo. Abre todos los días menos el lunes.



Este castillo fue construido el siglo IV a. C. Las vistas desde el mismo hacía la bahía de Esmirna son sensacionales.

Llama la atención que en su interior los habitantes de la ciudad dedican el tiempo libre para estar con sus hijos y a realizar sus quehaceres diarios (pan en hornos callejeros o alfombras con instrumental rudimentario, por ejemplo).




En este pasaje en el que se pueden encontrar casas restauradas al estilo tradicional, se encuentra el Asansör, que fue construido el año 1907 por Nesim Levi, empresario judío. Este ascensor construido dentro de una torre de 50 metros de altura unía las calles superiores con las inferiores. En su parte más alta hay un café.